El placer de jugar con el color es el impulso que ha generado esta serie de dibujos de pequeño formato (de 15 x 21 y 21 x 28 cm), todavía en curso. Están realizados con acuarela, dibujo y collage.

Lo que da unidad al conjunto es el modo en el que han sido creadas las obras: sin una idea que encamine el proceso, sin una imagen proyectada del resultado, sin tener planificado lo que iba a suceder ni cómo. Croma es una celebración del disfrute de crear, del placer de entregarse y dejarse llevar por el propio proceso, de divertirse con lo que va sucediendo. De inmiscuirse en el quehacer de las manos persiguiendo algo sin saber el qué, buscando y encontrando; persiguiendo y saboreando lo imprevisto como sorpresa, sacándole el jugo a cada situación inesperada. Invitando al azar como compañero de juego.

Mostrar estas obras surge de las ganas de compartirlas con los demás, como si fueran pequeños regalos para los sentidos, cargados del placer con el que fueron creados.

Quizás no es de extrañar que lo que ha surgido de esta manera de hacer, de sumergirse y fluir con el proceso creativo, sean unas imágenes que, a ojos de la artista, son como una aventura mar adentro, un viaje a las profundidades donde descubrir organismos y ecosistemas aún por conocer.